Capítulo 8: Olvidar lo malo... (Primera parte.)

En capítulos anteriores:

Liss tiene su primer día en clase. Ya integrada conoce a un chico bastante peculiar; Alexander. Pero ¿Y Lionel?

Capítulo 8: Olvidar lo malo... (Primera parte.)

En todo el día no dejaba de pensar en él. En Alexander y esa mirada, esa sonrisa... Contaba las horas para volver a la universidad, a verle. Las horas en mi casa parecían eternas, así que me dirigí a dar un paseo. Por suerte mi casa no está muy lejos del centro, y me adentré en una de las calles donde habitan varias tiendas. Miré por algunas que parecían interesantes y en una vi un cartel de "Se necesita dependienta para las mañanas" que me llamo bastante la atención y me dispuse a entrar. Mañana estaría entregándoles mi curriculum y pronto me llamarían para la entrevista. Estoy muy contenta de haber encontrado trabajo, así no tendré que pasarme las mañanas en mi casa.

Al salir me tropecé con un chico que andaba bastante rápido y al intentar ayudarle a levantarse, me detuve a fijarme en que su cara me era conocida, a pesar de que llevaba la cabeza agachada. Sí, era Mattie. De repente un rallo de bondad me sonrió y le hablé.

- ¿Tienes prisa?

- Un poco. - Dijo entrecortado.

- Ah, bueno, vete. No te preocupes. 

- Pero luego podemos vernos, en 15 minutos ya no tendré nada que hacer... Podemos ir a tomarnos algo.. A almorzar..

- Está bien.

Apuntó mi número y se marchó. ¿A qué ha venido eso? Siempre le he tenido rabia, rencor... ¿y me da por tratarlo bien? Quizá ya esté dándome cuenta de que debo asumirlo de una vez.

Exactamente 15 minutos pasaron hasta que me llamó. Quedamos en el bar de la esquina de mi casa. nos sentamos y pedimos lo que íbamos a comer. Un silencio incomodo nos acompañó hasta que él se decidió por romper la barrera que nos separaba durante todo este tiempo.

- De verdad que lo siento. Nunca pensé en ti y en tus sentimientos y ahora me doy cuenta de todo esto. De verdad que lo siento...

- Ya es pasado.

- Yo entiendo que estés dolida porqu...

- Ya es pasado, olvídalo. - Le corté la frase.

- Tu si saber perdonar. 

Llegó la camarera a traernos lo que habíamos pedido.

- Gracias. - Dije dirigiéndome a la camarera.

- ¿No sabes nada de él? 

- No desde entonces. ¿Tú?

- Me llamó hace unos meses, comentándome que sus padres habían muerto en un accidente. Que desde que te marchaste de su vida las cosas le han ido de mal en peor, y que se siente solo.

- ¿Sus padres? ¡Qué palo...!

-Sí...

-No eran malas personas. A mí me caían bien...

- Sí, la verdad. Y él bien que los trataba mal...

- Cierto, ¿te acuerdas de aquella vez cuando los hizo levantarse a las 6 de la mañana para irle a buscar para luego coger un taxi? - Reímos los dos.

Recordamos muchos momentos del pasado, y reímos muchísimo. Pasamos un buen rato. Y sinceramente, echaba de menos reírme con él. En uno de los momentos, Lionel pasó con el coche, y me miró sonriéndome, confiando en que lo que había hecho había sido un buen acto. 

Terminamos de comer y nos marchamos, me abrazó y me dijo "tenemos que vernos más, señorita".

Me preparé y marche a la universidad con Lionel. Estuvimos los 3 fuera hasta que era la hora de entrar. Las piernas me temblaban. Pero al llegar, él no estaba. Me senté al lado de Sarah y Miguel y comenzó la clase. A los 30 minutos, entró Alexander. Con cara de apresurado, y se sentó a mi lado. Saludó con la mirada a Sarah y a Miguel, y a mí me regaló una de sus sonrisas. 

- Después te dejaré los apuntes, si quieres. 

-Gracias. -Contestó sonriente.

Continuará...

En el próximo capítulo:

Liss llama a una persona de su pasado. ¿Qué hablarán? Además de eso recibirá buenas noticias. Y también algunas malas.